Las dos autoras de esta novela Ri-yendo por el mundo en tiempos inciertos, para mí sacerdotisas, unen lo que durante siglos ha estado distanciado: la medicina y la alegría. Ambas han viajado mucho por estudios, turismo, trabajo y otros motivos, pero siempre con una misión subyacente. Buscaban una forma de ir al encuentro de los seres humanos desde el corazón. 

Tanto Yolanda Bandrés como Diana Guijarro se han interesado por hallar lo que no se cuenta en la mayoría de libros. Los viajes las han dotado de grandes conocimientos y sabidurías. Me encanta cuando, a través de la protagonista, Violeta Mecenas, nos recuerdan que no estamos solos:
Nunca estás sola, nunca estamos solos. Primero, estás contigo misma y con tu niña interior, esa apasionada de la risa. Aún sin ser conscientes, también compartimos nuestros sueños con miles de seres humanos.

Tal vez una parte de sí mismas se quedó en tal o cual lugar. O tal vez aquellas culturas que visitaran antaño se metieron en su corazón y siguieron su camino con ellas.

Durante casi siete años de amistad, desde mi primer encuentro con cada una de ellas en Barcelona, he sido testigo del camino trazado por estas dos investigadoras de la vida. 

Diana, economista y ejecutiva, se mueve desde la unión con su familia. Es cordial, comunicativa e interacciona constantemente con todos los seres, de quienes queda prendada allí donde vaya, hasta el punto de imaginarse viviendo junto a ellos. Considera a cada persona que se cruza en su camino como un gran maestro. 

Yolanda, historiadora también vinculada al sector empresarial, recorre el mundo desde un camino interior de observación y contemplación en solitario, como a vista de águila. 

Con sus personalidades distintas, ofrecen debates que invitan a escudriñar muchas caras de una realidad, a menudo impuesta al ser humano por condicionantes externos. Gracias a sus características, las experiencias de Violeta nos transmiten familiaridad y una cultura exquisita. Sus dudas y disquisiciones son las preguntas de la juventud: ¿Qué es el mundo? ¿Qué lugar ocupa cada uno de nosotros en él? Encontrarán su respuesta en su entorno inmediato, pero también en zonas distintas y distantes del mundo. 

A nivel social, nos beneficiaría proponer a otras personas descubrir las culturas desde la esencia y el origen de las cosas, de los hechos históricos, de los pensamientos. Esta novela nos despierta el interés por mirar las ciudades desde otros ángulos o desde otros tiempos.  

Con Violeta observamos las grandes mentiras y las grandes verdades. Se mueve con mucha gente y su aventura puede percibirse como una danza de ida y venida entre ambas realidades, de tildes y toques de la observadora y de su interacción con el entorno, confluyendo en un camino extraordinario y común: el de la risa y la alegría.

El relato es rico en referencias, leyendas y citas, por ejemplo la de Unamuno en el capítulo seis, el racismo se cura viajando. Y las autoras añaden: Algún día los seres humanos comprenderán que estamos de paso. Todos somos viajeros en este Universo

Esta narración es un gran regalo. Brinda la oportunidad de compartir con las escritoras las maravillas de los viajes que han realizado durante años. Nos introducimos profundamente en ellos porque nos transmiten la esencia de cada estación de la vida: la infancia, la juventud, la madurez, el aquí y el ahora. 

La novela es la novela de la vida misma. Recorrer sus páginas nos ayuda a sentir, tocar e inhalar una verdad sencilla y profunda que nuestro ser reconoce. A todos nos gustan los viajes. Éste es un viaje sublime en dos direcciones, y una invitación vital para seguir estos caminos paralelos: el primero hacia nuestro propio interior, sea cual sea nuestra edad; el segundo por un laberinto de numerosas experiencias y un puzzle de unas culturas con otras, que se irá formando a medida que avance la lectura.

Entre una mirada y otra transcurre mi vida, vuestra vida y esta novela.

Las risas vividas con Yolanda y Diana son risas multidimensionales. Ha sido un honor reír con vosotras en las calles y plazas de Barcelona, en la nieve, en los paseos por la montaña, recogiendo los frutos que nos regala la Naturaleza, junto a los jóvenes del 15-M, o amasando el pan en Folgoso de la Ribera, mi pueblo natal de León. 

Ojalá sigáis escribiendo más libros para que nosotros, los lectores, podamos viajar a través de vuestros ojos, sabores, olores y sensaciones. Vuestros matices serán enriquecedores, tanto para quienes ya estuvieron allí, sean turistas o viajeros, como para quienes estarán o para quienes lo harán a través de vuestras páginas.

Mari Cruz García Rodera
Gelótologa
Fundadora de la primera escuela de Risoterapia y Dinámica de la Risa, a nivel internacional.
Presidenta de la Asociación Mundial de la Risa
www.maricruzgarcia.com



 

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2 comentarios:

  1. Celebramos el día que decidisteis compartir (con todo lo que tiene vida) las experiencias que se quedan en el corazón en el albor de los tiempos...Y este libro... Ri-Yendo por el mundo en tiempos inciertos, también pasa a formar parte de la misma vida de un mundo lleno de sentido, de una vida llena de sentido, de un camino lleno de sentido...Diana Yolanda: ¡Buen trabajo Felicidades!. El libro, ha nacido para viajar a todos los espacios, lugares, rincones...

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  2. Mari Cruz, muchísimas gracias por tu bello mensaje, por el prólogo y por tu sabiduría que trasciende la vida y va más allá de las palabras, del sentido...
    ¡Es un honor que formes parte de este viaje!

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